Ya está aquí otra vez, vamos a tener más días malos que buenos, no vamos a poder estar mucho tiempo fuera, así que ¿qué hacer? Veamos algunos consejos con un coste mínimo.
Hornear y cocinar
¿Qué tal preparar algo rico para comer? O sacar esa receta que tienes en el cajón desde hace tiempo pero que aún no has tenido tiempo de probar, experimentar, probar nuevos sabores. También puedes buscar en el congelador o en la nevera lo que lleva mucho tiempo «rondando» por ahí e intentar crear algo bueno con ello. Para los creativos y los amantes de la repostería, existe la opción de hacer un lote más grande de masa de levadura y utilizarlo para crear varios tipos de repostería. La mayoría de las veces la base es similar, y si no endulzas ni salas demasiado la masa, puedes usarla para pasteles salados y dulces. Prueba a hacer tus propios panecillos o un pastel sencillo con mermelada y crumble, ya tienes todo listo para una tarde de diversión.
Juegos
Si tienes ocasión, saca los viejos juegos de mesa. Cuándo fue la última vez que jugaste al «¡Hombre, no te enfades!» o a los juegos de cartas de siempre, y si tampoco estás de humor para eso, puedes pintar brochetas y jugar una partida de Mikado. Es igual de maravilloso jugar al escondite. Si sois sólo vosotros dos, jugad al escondite, en el que la otra persona tendrá los ojos vendados y buscará un objeto escondido en su cuerpo.
Aprende
¿Anhelas aprender un instrumento musical, perfeccionar un idioma o dominar una nueva habilidad? No hay nada como aprender para mejorar el funcionamiento del cerebro. Incluso el simple hecho de hacer fichas con palabras que puedas utilizar en cualquier momento es aprendizaje y diversión. Además, encontrar una aplicación que se adapte a tus necesidades específicas también lleva su tiempo.
Un día lluvioso es una oportunidad para completar actividades postergadas, y si no te apetece hacer ninguna de las anteriores, ponte a limpiar, seguro que pronto desearás estar haciendo otra cosa.